El sistema digestivo decide qué absorber: qué procesar y qué rechazar. Es de vital importancia que funcione correctamente y muy si nos planteamos un embarazo. Sin duda es un vecino importante de los órganos del sistema reproductor y hay que establecer una buena relación con él.

Todos hemos experimentado estreñimiento en alguna ocasión. Es un trastorno que se caracteriza por deposiciones poco frecuentes, muy duras y voluminosas, difíciles de evacuar y, a menudo, dolorosas. Casi el 50 por ciento de mis consultas se llenan de personas adultas que sufren estreñimiento crónico; lo han padecido desde que tienen uso de razón.

Es un malestar muy común, persistente y difícil de tratar. Se trata de un problema personal, emocional, social y también económico. No solamente por los gastos en laxantes y visitas médicas, sino también por las consecuencias graves para la salud que supone el estreñimiento crónico y la toxemia corporal que provoca.

¿No es normal tener estreñimiento?

El estreñimiento es algo familiar; la mayoría de nosotros lo ha sufrido en alguna ocasión. Además de ser un mal relativamente frecuente, para muchos se ha convertido en algo «normal», «parte de la vida», «algo que no se puede evitar y cambiar». Hay gente que lo acepta y viven con ello por no saber cómo combatirlo. Utilizan cada vez más los laxantes a medida que reducen la variedad de alimentos que ingieren por no tolerarlos ni digerirlos bien. Sufren, porque no creen que puedan recibir ayuda ni siquiera cuando se plantean mejorar su salud para ser futuras madres y padres.

Si el sistema digestivo no funciona correctamente en equilibrio, tendrá carencias nutricionales y emocionales, así como alteraciones del metabolismo hormonal. ¡Es demasiado grande e importante como para ignorarlo en un proceso tan vital como la búsqueda de embarazo!

El sistema digestivo es el sistema central de absorción de los nutrientes. También es un centro vital del sistema inmune. Puede ser portador de energía, de bienestar físico y mental o también puede suponer un foco de toxinas, de inflamación masiva y alterar el funcionamiento hormonal y metabólico del cuerpo.

Estreñimiento y auto-medicación

Es muy frecuente que las personas que padecen de estreñimiento se auto-mediquen con laxantes, quizá por ignorar que esa es la peor manera de enfocar la solución a su problema. Comprendo perfectamente que la toma del laxante no es un capricho; es la única medida posible cuando uno ya no sabe qué hacer. Ante la falta de información, la ausencia de una atención personalizada y de una educación higiénico-dietética, a muchos no le queda otro remedio más eficaz y rápido.

El problema es que los laxantes agreden la mucosa del colon, actuando solo de forma sintomática, y su eficacia es muy limitada. Provocan un espasmo, un estrés del colon y del útero.  A largo plazo, el uso de laxante empeora el desequilibrio de la microflora y las paredes intestinales se quedan más irritadas y permeables. Lo que desencadena problemas de alta permeabilidad y puede llevar a una inflamación global y problemas auto-inmunes.

El estreñimiento no es un malestar menor, es una condición patológica que puede estar asociada con problemas de fertilidad y abortos espontáneos.